Alguien que cuando me ponga borracha me lleve a casa en
brazos. Que me rompa las medias con la boca y luego me compre otras. Que me
haga el amor contra la pared y se meta conmigo en la bañera. Que se pierda conmigo para después
rescatarme de laberintos sin sentidos. Que saque la espada y me defienda de
víboras, pirañas y putas. Alguien que cosa disfraces a mis días malos y los
convierta en buenos. Que no se
enfade si no me entiende, ni me entiendo y lo mareo. Que
me saque la lengua cuando me ponga tonta y me haga enmudecer. Que no dé por hecho que siempre voy a estar ahí pero
que tampoco lo dude. Que no me haga sufrir por que sí pero que no me venda
amor eterno manoseando. Alguien que no
pueda caminar conmigo por la calle sin cogerme de la mano. Que no me compre
regalos pero que tenga mil detalles de papel. Que
no le guste verme llorar y me haga reír hasta cuando no tenga ganas. Que
de vez en cuando decida perseguirme en los bares y conocerme otra vez. Que me mire, le mire y me tiemblen las piernas sin
remedio. Alguien que esté loco por mí y no se olvide de decírmelo
los días de resaca. Que si se pone animal sea sólo en la cama y me mate a besos por la mañana. Que no se
acostumbre a mí y deje de inventar nombres nuevos para despertarme. Que si mira a otra, luego me guiñe un ojo y se ría de
mis celos. Y sobretodo que no tenga que perderme para darse cuenta
de que me ha encontrado.
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