viernes, 20 de diciembre de 2013

Últimos pensamientos.

Llevan tiempo preguntándome qué que quiero de regalo.
Me pongo a pensar, hace unos años, y no tantos, pedía: Nintendo’s DS, juegos para ella, cualquier consola nueva, quizás algún que otro libro de amor, una sudadera que vi un día en una tienda, un reloj… Nunca he sido una persona caprichosa que pedía muchos regalos para la ocasión que fuese.
Ahora, un tiempo atrás me hacen la misma pregunta.
Pregunta que antiguamente tenía clara, que apenas tenía que pensar la respuesta, pero ahora… ¿Qué quiero de regalo?
No quiero nada, de verdad qué nada. Porque sé que lo que de verdad quiero no se puede comprar con dinero. No se podría comprar con nada, y de nada sirve si se puede conseguir a través de cosas materiales.
Lo quiero a él, sinceramente… Que me despierte y lo vea, que tenga su sonrisa a dos milímetros de mi boca siempre, que nunca me falte, que no me duela el quererle, que se haga eterna esta felicidad.

Eso es lo único que me apetece ahora, la única cosa que me gustaría pedirle a los Reyes Magos, lo que de verdad me quita el sueño y no me deja tranquila ni día ni noche.




escrito por mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario