Llevan
tiempo preguntándome qué que quiero de regalo.
Me pongo
a pensar, hace unos años, y no tantos, pedía: Nintendo’s DS, juegos para ella,
cualquier consola nueva, quizás algún que otro libro de amor, una sudadera que
vi un día en una tienda, un reloj… Nunca he sido una persona caprichosa que
pedía muchos regalos para la ocasión que fuese.
Ahora, un
tiempo atrás me hacen la misma pregunta.
Pregunta
que antiguamente tenía clara, que apenas tenía que pensar la respuesta, pero
ahora… ¿Qué quiero de regalo?
No quiero
nada, de verdad qué nada. Porque sé que lo que de verdad quiero no se puede
comprar con dinero. No se podría comprar con nada, y de nada sirve si se puede
conseguir a través de cosas materiales.
Lo quiero
a él, sinceramente… Que me despierte y lo vea, que tenga su sonrisa a dos
milímetros de mi boca siempre, que nunca me falte, que no me duela el quererle,
que se haga eterna esta felicidad.
Eso es lo
único que me apetece ahora, la única cosa que me gustaría pedirle a los Reyes
Magos, lo que de verdad me quita el sueño y no me deja tranquila ni día ni
noche.
escrito por mi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario